Estás por viajar a dedo y todavía tenés algunas dudas? Bueno, en esta guía podrás encontrar tips útiles para que el viaje te resulte lo mejor posible.
Organizar el recorrido sabiendo que pueden haber cambios en el camino. Ser flexibles es lo mejor al momento de estar viajando. A veces la ruta es nuestra amiga y las esperas son cortas. Pero antes no te olvides de:
-Tener el pasaporte al día y sacarle una fotocopia. También podés escanearlo y enviarte una copia a tu mail.
-Los visados que puedas llegar a necesitar tramitalos antes en tu país. Si tenés dudas cuando un país te exige visado podés ingresar a www.visados.org y confirmarlo.
-Cómo es el clima por donde vas a viajar? Es época de lluvias, hace mucho calor? Además hay que calcular que uno puede empezar el viaje en primavera pero tal vez al llegar a otro país, por el cambio de altitud puede nevar.
-Hacer una buena revisación médica antes de salir a la ruta. En especial el dentista porque en el extranjero es muy costoso.
-Qué vacunas exigen los destinos que visitaré? La básica es tener la de fiebre amarilla, que en Buenos Aires se da gratis. Esta es la info: Área de Sanidad de Fronteras. Av. Ingeniero Huergo 690 CABA. Tel: 4343-1190 Horario de vacunacion de 10 a 15 hs, de lunes a viernes.
-Armar un presupuesto aproximado de lo que se puede gastar en cada lugar.
-Pensar en una estrategia autosustentable para generar dinero en el camino (puede ser vendiendo postales, si te gusta la fotografía, enseñando un idioma en un centro cultural o si te llevás bien con la música tocando en un hostel a cambio de hospedaje y comida). En los viajes hay que ser creativo y explorar nuestras habilidades.
–www.hitchwiki.org una web súper útil que brinda muy buen info
Qué mochila me compro? La Lowe Alpine Crag Attack de 42 L (que pesa solo 800 g) es ideal porque es para alta montaña. Es liviana e impermeable. Si llevás una mochila de 70 litros sabés que tenés espacio y en consecuencia la vas a empezar a llenar de cosas innecesarias.
Qué llevo? Este es un listado de lo que llevo en la mochila cuando viajo. Pensá que todo lo que necesites lo vas a encontrar en el camino, asi que no intentes llevarte TODO, por si las dudas!
Zapatillas de trekking (gore-tex)
Ojotas (c/abrojos)
3 pares de media de algodón + 2 térmicos
Ropa interior
1 short – 1 malla
2 Pantalones técnicos (NO JEAN). Es una tela incómoda para caminar.
1 Camisa dry fit + 2 remeras (una clara y otra oscura. Remera y pantalón térmico
1 Polar
1 Campera bien abrigada
Gorra y anteojos de sol
Remera de fútbol / bandera Argentina (los colores de la camiseta de fútbol de nuestro país son muy identificados y en muchas ocasiones es la mejor manera de generar un vínculo)
Linterna (la del celu)
Cubre mochila p/lluvia
Kit: medicamentos e higiene
Guía de viajes (puede ser en PDF) / libro de lectura + un cuaderno para anotaciones.
Cómo armo la mochila? El primer consejo es poner en tu cama todo lo que tenés pensado llevar y de eso, sí, dejá el 50%. Distribuí bien el peso en toda la mochila y no dejes cosas pesadas en la parte superior. La zona lumbar es la que más peso soporta el cuerpo.
Y en la mochila fotográfica?
En el camino… dónde me paro?
SIEMPRE TENER BUENA PRESENCIA. Hacer dedo no es estar mal vestidos!
Y con el idioma, cómo hacemos?
Algo que siempre funciona es escribir en un cartón el destino en la lengua local. Pedí ayuda en el hostel que en general saben inglés y explicales lo que necesitás.
También podes escribir una especie de presentación sobre quien sos, por donde estás viajando, etc en varios idiomas (con ayuda del google-traductor) y según el destino en donde estás las vas mostrando. Aprender un mínimo de 10 o 20 palabras en el idioma local no solo te permite comunicarte y hacerte entender un poco más, sino que la gente lo valora mucho y le dan ganas de ayudarte. Llevar un buen mapa con las rutas detalladas. Con solo mostrar con el dedo a donde queremos ir te van a entender.
DATO IMPORTANTE
El peso de la mochila no debe superar el 25% del peso de nuestro cuerpo. Pensá que si pesas unos 70 kilos, de mochila tendrías 17 kilos de peso. Es muchísimo!
El ideal sería el 10% como máximo para que puedas moverte con poco peso. Más que nada cuando estés fuera de los caminos o rutas tradicionales y tengas que moverte por pequeños senderos durante muchas horas.
Te comparto algunas fotos mientras iba viajando a dedo por Ecuador, Afganistán, Siria, Irán, Argentina, Irak, Colombia, entre otros destinos. Espero que esta guía te oriente para que tu viaje a dedo sea un éxito. A viajar amigos!
El libro UN VIAJERO CURIOSO ya está publicado. Podés escribirme a [email protected] para tener tu ejemplar. Hay envíos a todo el mundo!
Es posible viajar con tan poco peso durante un viaje? La respuesta es sí, pero esta decisión no fue tomada de la noche a la mañana. Corría el año 1993 y hacía mi primer viaje por Europa, África y Medio Oriente. Uff, ya no recuerdo todas las cosas que puse en esa mochila de 70 litros (que todavía guardo en casa) pero les aseguro que pesaba como nunca. Así y todo recorrí el mapa de un lado a otro cargando cosas innecesarias. Hasta llevé una armónica pensando en los viajes en barco cuando navegaría en Mar Egeo por las islas de Grecia. Nunca la usé! Ahí quedó, en un bolsillo al fondo de la mochila.
Los años pasaron y en un viaje por Nepal conocí a una pareja de argentinos caminando por Katmandú. Lo cierto es que fueron ellos los que me convencieron que para viajar cómodo era ideal tener una mochila pequeña. Esteban, me decía la mujer: “Por qué llevás tanta ropa?, acá se consigue de todo!” Cuanto más grande sea la mochila, más cosas vas a guardar. Uno sabe que tiene espacio y de alguna forma se las ingenia para llenarlo. Después de compartir unos días de viaje juntos nos separamos. Los fui a despedir a la estación de tren mientras los observaba subir al vagón con su mochila de 40 litros cada uno.
Al día siguiente partía hacia India y el peso de mi mochila me hacía recordar a ese nene de malhumor en una excursión escolar que no quiere caminar más! Bien, este es el principio del fin me dije. No quiero cargar más peso y entonces empecé a regalar ropa que no había usado en un mes de viaje desde mi llegada a Asia. De a poco la mochila se iba haciendo liviana!
Año 2009. Reconozco que separarme de mi primera mochila me costó. Nunca le puse un nombre como hacen algunos viajeros, pero por alguna razón, no la lavé y la guardé en un armario. Mochila nueva, viajes nuevos: al principio la extrañe un poco, es verdad. Estaba acostumbrado a sus mañas, a sus tiras, a su capacidad, hasta el color azul, mi preferido. Eso de negro y gris mucho no me iba pero…EL PESO, era la clave de todo.
Le damos la bienvenida a la ciudad de Damasco, se escuchó al aterrizar en tierras árabes. Mientras todos saltaban de sus asientos en busca de sus cosas yo ya estaba listo para salir a descubrir la ciudad. Nunca sentí tanta felicidad en viajar por Siria, Jordania, Turquía, Irán, Irak etc con una mochilita de 32 litros. Ahí estaba todo lo necesario. Y esto de viajar liviano tuvo sus múltiples ventajas. Nunca más tuve que despachar algo por avión, nunca más tuve una espera en un aeropuerto rezando que no sea la última en llegar o haya sido enviada a otro destino, el moverse con agilidad en estaciones de trenes, subtes, avenidas caóticas o trekings de alta montaña, fue la gloria. De alguna forma entendí que viajar con pocas cosas era una manera de dejar todo lo que me daba seguridad y me unía a mi casa. Esto por si llueve, dos pares de calzado por si esto otro, otro abrigo por si hace mucho frío…El síndrome del mochilero indeciso!
Bien, ustedes se preguntarán entonces que es lo que llevo. Acá la famosa lista de un viajero liviano de 4 kilos.
Consejos para no llevar una mochila pesada
Que cosas no llevo en mi mochila cuando me voy de viaje: la bolsa de dormir, una carpa, cocina portátil, navaja, otro par de zapatillas, un jean.
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Alguna vez soñaste (con los ojos abiertos) con dar la vuelta al mundo?, Sí, dejar toda tu comodidad, tus afectos, el trabajo con un sueldo seguro, para conocer como se vive a miles de kilómetros de tu zona de confort? Cumplirlo es posible! Esta guía práctica que armé no es una solución mágica, simplemente son datos concretos que te ayudarán a resolver tus miedos y dudas para salir al camino.
En primer lugar que es dar la vuelta al mundo? No es necesario visitar todos los países o tocar cada continente. Tal vez viajar por América Latina, cruzar a África en barco y conocer parte de Europa, sea parte de una gran experiencia. Este es un buscador de vuelos con tarifas a veces muy tentadoras. Seleccioná el mes completo y compará que día te conviene partir.
http://www.skyscanner.net o http://www.momondo.es
La aventura está buena, pero las cosas salen mejor cuando uno organiza un poco las cosas. Por eso es bueno saber si a los lugares que tenemos pensado ir necesitamos visa, por cuanto tiempo la extienden, requisitos médicos (vacunas), si hay zonas de conflictos, etc.
En esta página podes saber si necesitas visa al país que viajas: http://visados.org
Una forma simple de organizarse puede ser por etapas. Por ejemplo, si queres llegar hasta Alaska el primer tramo puede ser de 4 meses. Países a conocer: Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Brasil. Para sacar el máximo provecho es bueno saber si es temporada de lluvias, como también que festividades puedo encontrar mientras avanzamos en el mapa. Algunos viajan especialmente para conocer sitios arqueológicos, otros son enamorados de los paisajes o mercados indígenas. En mi caso busco fotografiar gente con tradiciones diferentes como esencia de un lugar. Prestá atención a tu pasaporte si vas a hacer un viaje largo. En muchos lugares piden 6 meses como mínimo de validez. Si está pronto a vencer es mejor renovarlo antes de salir. Este es el link: http://www.mininterior.gov.ar/pasaporte/
Si sos de esas personas que saben muy bien que destinos van a conocer nada mejor que comprar un pasaje vuelta al mundo. Este es el link: http://www.staralliance.com/es/fares/round-world-fare/round-the-world-fare-tc/
Ventaja: podrás ahorrar dinero ya que no pagás ningún ticket aéreo más durante tu viaje. Son como 17 tramos en total que se pueden usar. Desventaja: prácticamente estás atado a cumplir con la ruta organizada y tenes que viajar siempre en el mismo sentido. En ambas páginas está detallado este punto. Otra web similar es http://es.oneworld.com
FORMAS DE VIAJAR
No existe una sola modalidad. Cada viajero encontrará la mejor forma de hacerlo. Muchos viajan en bus o transporte público y es tan válido como hacer todo el trayecto a dedo. Cada opción tiene su punto a favor y negativo. Viajar a dedo te da la libertad de salir a la hora que quieras a la ruta, conocer gente nueva para charlar en cada kilómetro, y lo más seguro es que en muchas ocasiones te inviten a sus casas o a comer. Por el contrario a veces la espera puede cansar o desanimar, máximo si es en zonas poco transitadas o con climas frío.
Moverse en transporte público puede ser más cómodo, sabes los horarios y demás pero tal vez (la parte más entretenida del asunto) no charlemos con nadie durante horas. En este grupo de Facebook podrás pedir consejos sobre la mejor forma de hacer autostop: https://www.facebook.com/groups/autostopargentina/?fref=ts
Si estás decidido a hacer dedo un buen lugar puede ser cerca de una rotonda donde los autos disminuyen la velocidad, en un cruce de caminos o en una estación de servicio. Siempre funciona escribir un cartel con el destino más cercano hacia donde vamos y en el idioma local. Si no sabés escribirlo en mandarín o árabe bereber, por ejemplo, en un buen hotel te podrán dar una mano con la traducción. También fíjate en este link: http://hitchwiki.org
Otra forma de viajar puede ser en bicicleta y según las rutas (altitud) no siempre se requiere un gran estado físico.
EL MIEDO DE TODOS: COMO MANTENERSE EN EL CAMINO ECONOMICAMENTE
Tal vez este sea el punto más pensado por los viajeros, pero todos, absolutamente todos tenemos habilidades (artísticas o no) para sustentarnos en un viaje. Lo primero que hay que tener es determinación y confiar en uno mismo. Si sos fotógrafo imprimí unas buenas postales viajeras para vender. Hay mucha gente que no sale de sus pueblos o ciudades y una postal es una forma de conocer otro sitio. También podes ofrecerte como corresponsal independiente para algún medio de tu país y cubrir hechos sociales en otras latitudes, publicar notas de viajes o dar talleres de fotografías para escuelas o centros culturales.
Otros tendrán la habilidad de tocar música, hacer malabares y formar un pequeño circo ambulante o simplemente, preparar algo tan simple como dulce de leche. Conocí a un matrimonio en Uganda que estaba viajando desde hacía un año por África solamente preparando empanadas y dulce de leche. Solo es falta de ingenio… y ganas!
TRABAJO FIJO
Si los ahorros están llegando a tus últimos días porque no trabajar por un tiempo estable en un lugar. Muchos viajan a Australia (con visa de trabajo previa) y se quedan una temporada recolectando frutas o trabajando en el campo. Indonesia, en Asia, está relativamente cerca y pasar a tu segunda etapa de viaje podría ser una opción con lo obtenido en un par de meses en Oceanía. Tené en cuenta que en general viajar por Asia es muy barato, al igual que dormir y comer. Este es el grupo para pedir consejos sobre Australia: https://www.facebook.com/groups/200697386710229/
En 2013 estuve en Ecuador, no era un viaje largo pero si tuve la oportunidad de trabajar un par de días cuidando los caballos de la dueña de un hostel. Hay infinitas posibilidades de trabajos como gustos personales. En Miami, trabajé como pintor y en Buenos Aires, mi base actual trabajo como fotógrafo, profesor de educación física, coordino una escuela de natación y vendo ejemplares de mi primer libro en ferias por la calle. http://unviajerocurioso.com/2014/05/26/metamorfosis-de-un-tender-sahumerios-tangos-y-extranjeros/
COMO EVITAR GASTOS
Bien, ya hablamos que viajar a dedo o en bici puede ser una buena experiencia además de ahorrar en transporte. Pero en cuanto al alojamiento? Ser hospedado a través de https://www.couchsurfing.org (sistema de intercambio) es otra posibilidad de evitar gastos pero más que nada es meterse de lleno en una cultura distinta. Dormir con una familia en Hong Kong, con una matrimonio en Guatemala o con un empresario en Kenia es algo muy distinto que estar en un hotel.
Comer en la calle: hay dos opciones concretas. Una comer en los puestos callejeros y en los mercados. Esto es mucho más barato que comer en un restaurante y especialmente evitar hacerlo en las calles principales o avenidas céntricas donde todo es más caro.
Segunda: Y, por qué no? llevar/comprar en el camino una garrafita de gas para cocinar tu propia comida en el lugar que prefieras. Con Antonio y Coco, dos españoles que conocí en Irán, viajamos durante un mes a dedo y en muchas ocasiones cocinando con la cocina portátil. Inclusive en las playas del Golfo Pérsico. Sí, ahí donde en 1991 la guerra era la principal noticia. Si no te animás a esta opción lo más común será usar la cocina del hostel comprando comida en el supermercado del barrio.
OTRA FORMA DE VIAJAR Y CONOCER UN LUGAR
Hacer un voluntariado en una ONG es otra forma de viajar y conocer un país. Conocí a muchos viajeros que se ofrecían sin una profesión concreta y eran aceptados para tareas voluntarias como ayudar en la logística de su web, a construir una escuela con bloques de adobe, cuidar enfermos, etc. Un buen ejemplo es Lucila Runnacles, una periodista brasilera que viajó a Mozambique donde estuvo 6 meses dando clases de inglés en un colegio y trabajando como Community Manager en la ONG. www.mochilacult.com es su Blog.
DEBO LLEVAR MUCHA PLATA AHORRADA?
Muchos me preguntan si trabajo antes de irme de viaje o lo hago en el camino. Soy de los que prefieren trabajar antes de salir a la ruta y llevar para gastos generales. De alguna manera me gusta estar concentrado en lo que voy a fotografiar en cada destino y no estar preocupado si encontraré trabajo o no. Pero es bueno hacer un poco de las dos cosas, en especial cuando viajamos por tanto tiempo. En Marruecos fui vendiendo postales mientras recorría el país. De una manera evitaba los gastos básicos en algunos pueblos.
Como les conté antes soy fotógrafo y eso me permite dar entre otras cosas talleres particulares (presenciales o no). Muy pronto daré otro Curso Online de Fotografía de Viajes para todos los que deseen mejorar sus fotos antes, durante o después de viajar. Lo podés hacer desde CUALQUIER LUGAR DEL MUNDO!
El curso está enfocado especialmente para viajeros que quieran mejorar su calidad de imágenes sea el estilo que busquen. Durante las clases veremos Tips para lograr buenos retratos, manejo de cámara y sus funciones, herramientas sencillas para retocar las fotos sin instalar programas pesados, edición y reglas fundamentales para componer fotos llamativas.
Lo ideal en cuanto al dinero es llevar entonces un poco ahorrado y en caso de que el viaje se extienda más de lo planificado, comenzar a buscar recursos como los que te mencioné antes. Como y donde llevar el dinero? No existe una forma perfecta para llevar todo el dinero si es que nos vamos de viaje por un año o a dar la vuelta al mundo. Sería ideal tener una parte en efectivo, una tarjeta de crédito/débito, alguna cuenta en Pay Pal etc. Lo más seguro es tenerlo en un bolsillo interno y repartido en distintos lugares.
QUE MOCHILA LLEVO?
Cuando digo que mi equipaje no pesa más de 4 kilos muchos se sorprende. Pero si estás pensando en un viaje largo es bueno tener en cuenta: una, si tu mochila es muy pesada después de algunas semanas de cargarla de acá para allá empezarás a odiarla. Segundo, todo lo que necesites estará en otro país, y a veces de mejor calidad.
Una mochila de 42 litros está más que bien. Nada más cómodo que ir liviano de peso, no tener que despachar equipaje en aeropuertos, no tener esperas para retirar nada, y tener las manos libres es una gran ventaja. En caso de que quieras llevar bolsa de dormir y carpa asegúrate que sean de buena calidad y livianas. Las bolsas de dormir de pluma son las mejores y soportan temperaturas bajo cero (no son económicas).
El libro UN VIAJERO CURIOSO ya está publicado. Podés escribirme a [email protected] para tener tu ejemplar. Hay envíos a todo el mundo! Hacé click en la imagen para obtener la info completa.
Si te gustan las playas podemos seguir por América Latina para viajar hasta el Parque Natural Tayrona, en Colombia. El bus te deja en la ruta, caminás 2 horas por un bosque hasta llegar hasta increíble lugar!!!
Nos vamos bastante más lejos: Asia, para conocer la muralla china. Te recomiendo viajar hasta el pueblo de Simatai, donde no hay turistas, ni vendedores de regalos y podés ver un paisaje casi virgen que se extiende hacia Mongolia.
Pasamos nuevamente a las playas. Pero esta está ubicada en África. Precisamente en las costas del Océano Índico. Zanzíbar es un archipiélago que pertenece a Tanzania y se llega en ferry desde el puerto de Daar el Salam (unas 3 horas de viaje). No te olvides de preparar tu cámara de fotos para captar a las recolectoras de algas con sus trajes de seda de colores.
En Guatemala podrás visitar Tikal un complejo menos conocido que Machu Pichu pero no por eso menos importante. Si te gusta sentirte que estás en la película de la guerra de las galaxias, subí a la torre 4, lugar donde se filmó parte del final.
Si querés tener una aventura distinta, podés viajar a Asia Central. Afganistán es un destino temido por muchos viajeros, pero teniendo algunos recaudos y consejos se puede recorrer parte del país. En Islamabad, la capital de Pakistán, te otorgan la visa en solo 3 días. Hay vuelos desde Peshawar. Si vas en invierno, preparate para inviernos duros y paisajes de sueños.
Cuba es uno de los destinos donde más libertad sentí. Caminar por sus zonas rurales, respirando aire puro, haciendo treking o cabalgatas te permite conocer paisajes y gente dispuesta a compartir su historia. Viñales es un lugar para vivirlo en cámara lenta.
Muy cerca de Cuba está Haití. Tal vez hayas escuchado que acá hubo un terremoto, que es muy pobre e inseguro. Sin embargo afuera de la capital podés explorar paisajes como estos a tan solo 80 km, donde las sonrisas de los niños te regalan otra impresión del caribe. Estamos en el caribe, sin embargo parecen paisajes de la Patagonia!
Irán: otro país que por solo nombrarlo asusta a muchos. Una vez redacté una nota de viajes y puse a Irán como al país más hospitalario que conocí desde que salir a explorar el mundo desde 1992. No te dejés llevar por los comentarios negativos de los que no fueron. Irán es un país de puertas abiertas, solidario y con mucha diversidad cultural. Esta plaza está considerada la 2º más grande del mundo después de la de Pekín, en China. Si te gusta visitar mezquitas llenas de azulejos turquesas, caminar por mercados milenarios y conocer un destino bien distinto, este es el indicado.
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Hace poco, viajando en subte por Buenos Aires, intentaba repasar los capítulos escritos del libro antes de comenzar con el diseño y la impresión. Me distraje cuando un pasajero de rasgos asiáticos entró a mi vagón. Su presencia hizo que empezara a recordar personas, instantes, situaciones y cientos de imágenes se hicieron presentes. Me transporté a la casa de Kaul, un pintor hindú que me enseñó a ser paciente en Jaisalmer en una situación complicada, sentí los dulces besos de Mary, mi compañera de aventuras en Katmandú, Nepal, a escondidas en un templo, al chofer de bus en Mónaco, cuando me pagó el viaje el día que llegué a la ciudad y no tenía dinero en efectivo, a la pareja que me compró comida viajando en tren a Praga, República Checa, a Daniela y Gustavo, una pareja de uruguayos que me prestaron su bicicleta para recorrer Helsinki, Finlandia, al pescador que cocinó trucha fresca para mi hermano, Gabriel (un suizo) y yo, en el Lago Titicaca, Bolivia, a las charlas desprendidas con Ema, la dueña de unos pasteles deliciosos en un barcito de Cartagena, a Fred, un marinero borracho que me llevó en su embarcación desde Honduras hasta Belice, con una prostituta a escondidas.
Las imágenes eran tantas que me costaba procesarlas. Me sentía en una especie de cápsula en el pasado y aislado de toda realidad. Yo estaba viajando (en subte) dentro de otro viaje. Así recordé a Charly y Carolina, con quienes forjé un hermoso vínculo compartiendo días de playas por Tailandia y al llegar a Buenos Aires continuaríamos con esa amistad, a la farmacéutica que me atendió en New York cuando me agarré pulgas a las tres de la madrugada, a Emiliano, un brasileño de Recife, que me enseñó a usar Couchsurfing en Damasco, Siria, en tiempos de paz, a mi primo Carlos, cuando me hospedó dos meses en su casa de Miami, al fotógrafo afgano de “Aina Photo”, una fundación de National Geographic, que me permitió ser su compañero de notas por Kabul, a Rafael, por mostrarme la noche cultural en Lapa, Río de Janeiro, a Carlos, cuando me dio un paseo en su auto deportivo por Medellín. ¿En un auto deportivo? ¿Eso fue real o lo soñé? ¿En cuántos medios de transporte había viajado en todo este tiempo? Llegué a la conclusión que en los más variados: andando a camello, en moto, en veleros, en avionetas, arriba de tractores o autos destartalados, en camiones con animales, subtes de primera generación, botes de maderas, balsas, en elefantes o en globo aerostático. La lista continúa…
Repasaba mis recuerdos uniendo continentes, yendo de un pueblo a una ciudad cosmopolita, o de un refugio de montaña a una isla perdida en el mar. Entonces vi con claridad a Anna y Rolly, cuando llegaron desde Micronesia para hospedarse en mi casa por primera vez, al matrimonio (que nunca supe sus nombres) cuando me levantaron en la ruta del desierto de Judea, Israel, con casi 40º de calor, al campesino cubano de Viñales, cuando me permitió refugiarme en la galería de su casa bajo una lluvia torrencial o a Alejandro, por recibirme en Valencia, España, cuando me iniciaba en mis viajes y para mí, el mundo, no era más que una gran ventana abierta (para siempre)
Volví a la realidad cuando la marea de gente comenzó a empujarme para descender en la estación terminal. Como en una película proyectada a máxima velocidad (pero al revés) había viajado en el tiempo, incluso, había traído recuerdos a mi mente que creía tener olvidados. Al pasajero chino, supongo que era de allá, lo fui perdiendo de vista lentamente mientras cruzaba la avenida. A mis recuerdos viajeros también.
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Tikal es distinta a Chichen Itzá, Uxmal, Copán u otro gran centro Maya pues se encuentra inmerso en la misma selva del Petén. Sus imponentes ruinas muestran una geometría sorprendentemente exacta. En la Gran Plaza se encuentran enfrentadas dos pirámides, al oeste la del Gran Jaguar y al este la de los Mascarones, ambas son las mejores conservadas de todo el complejo. Sin embargo desde el Templo Cuatro, o de la serpiente bicéfala, es el lugar perfecto para apreciar la inmensidad de las ruinas. Ruidos, no muy lejanos, de monos, pájaros, entre ellos el quetzal, y otros animales, invitan a quedarse en la cima del templo hasta el atardecer. A un par de horas desde Tikal, se encuentra la ciudad de Livingston. Ubicada a orillas del Mar Caribe, es posible acceder solamente en canoa. A diferencia de otras ciudades, uno puede encontrar guatemaltecos negros que hablan español y el lenguaje tradicional, Garífuna. Los garifunas son los descendientes de esclavos africanos traídos a América Central hacia fines del siglo dieciocho desde la isla de San Vicente. El estilo de vida de aquí más bien se parece al de Belice, con palmeras de coco, casas pintadas de intensos colores y una economía basada en la pesca y el turismo. Es posible realizar distintas excursiones, como caminar por la selva hasta Los Siete Altares, navegar el Río Quehúeche, hacer snorkel en los Cayos Sapodillas o simplemente disfrutar de unos ceviches frente a la bahía.
Con sus calles empedradas, sus techos de terra cotta y una arquitectura colonial elegante, Antigua es sin lugar a dudas una de las ciudades más antiguas y hermosas de América. Durante 223 años sirvió como capital hasta que fue trasladada a la ciudad de Guatemala en 1776. En 1944, la UNESCO, la declaro Patrimonio Cultural de la Humanidad. El icono más destacable es el Arco de Santa Catarina, ubicado en la 5º Avenida, el cual sobrevivió al terremoto de 1773. A pocos metros se encuentra la Iglesia y Convento de Nuestra Señora de La Merced, construcción barroca de una belleza sorprendente. La época ideal para visitar la ciudad es durante semana santa. El viernes, día de mayor agitación, hay una procesión que parte de la Plaza Mayor, cargando una pesada imagen de Cristo. Las calles se ven cubiertas de aserrín coloreado, componiendo alfombras geométricas. Bajo una densa humareda de incienso, una banda de músicos custodia la procesión. Las campanas suenas sin descanso. El griterío es intenso.
Por los Pueblos de Atitlán. El Lago de Atitlán es sinónimo de paz. Rodeado por verdes colinas y tres volcanes, Tolimán, Atitlan y San Pedro, invita a quedarse sin apuros. En sus 128 kilómetros de extensión se encuentran pequeños pueblos con la peculiaridad que cada uno tiene un nombre de un santo. En Santiago, Maximón es la auténtica deidad local. Su historia proviene de tiempos lejanos, cuando los indios se vieron obligados a transfigurar a sus dioses. Kulkán, la serpiente emplumada, vistiéndose de enemigo adoptó la forma de Maximón. Este complejo dios representa la traición. Es posible recorrer los pueblos en viejas combis, en bicicleta o inclusive navegar el lago de un extremo al otro. Santa Catarina Palopó, es un laberinto de angostas calles y casas de adobe. Una pequeña iglesia pintada de blanco inmaculado es su gran atracción. Como un desfile improvisado, la gente local circula con sus tradicionales huipiles, colorida túnica, típica de las regiones mayas. La ruta continúa hacia San Antonio Palopó, a unos cinco kilómetros. Desde aquí se puede apreciar una de las mejores vistas de todo el lago. En su orilla, los pescadores ofrecen su mercadería a los comedores del pueblo, las lavanderas ordenan sus pesadas palanganas y los niños juegan con sus perros. Cada pueblo, guarda algún encanto especial. Unos ofrecen masajes orientales, otros insisten en probar sus tortillas de choclo, aunque lo mejor es dejarse llevar por el instinto y vivenciar el ritmo pausado de cualquiera de ellos.
Más que un mercado
Los días miércoles y sábados, comerciantes de distintos pueblos vecinos llegan a Chichicastenango para preparar desde el atardecer uno de los mercados indígenas más impresionantes de Guatemala. Extienden las artesanías, y bajo una gran manta preparan su cena. Duermen a la luz de la luna, en las arcadas cercanas a la plaza, esperando la llegada de futuros turistas curiosos a la mañana siguiente. Es recomendable llegar temprano para disfrutar del mercado con tiempo, especialmente si se quiere probar algún bocadillo casero en el sector de frutas y verduras. Sin embargo Chichicastenango no solo es conocido por su mercado. Los masheños, como se los llaman aquí, son famosos por su fervor a las ceremonias religiosas. Se pueden presenciar ritos antiguos en la Iglesia de Santo Tomás o en la cercana montaña de Pascual Abaj. Los días domingos se celebran procesiones santas y es día de las cofradías. El mercado finaliza al llegar la tarde cuando la plaza recupera su tranquilidad habitual mientras camiones saturados de gente regresan a sus pueblos.
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Donde el Caribe se da la mano con Asia. Un poco de ron y… adiós a las operadoras telefónicas.
Con la necesidad de encontrar un poco de vida relajada la ruta viajera continúa hacia la zona rural de Viñales, en la provincia de Pinar del Río. En esta tranquila localidad se aprecian extensos campos sembrados con plantas de tabaco, guajiros que regresan a caballo a sus casas luego de un duro día de trabajo o el simple crujir de las mecedoras en las galerías de las casas. La belleza de su parque nacional es uno de los enclaves naturales más maravillosos del país, a tal punto que fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1999. Desde la estación de buses camino en busca de un lugar donde dejar el equipaje. Tal vez atraído por el griterío de unos chicos que juegan al beisbol en un parque termino golpeando la puerta de “Casa de alquiler de Yusnavi”. Debo hacer una aclaración porque el día que me lo contaron costaba creerlo. Dice la leyenda, la verdadera, que este nombre cubano lo sacaron de las siglas US.NAVY de los barcos de la marina estadounidense. Lo cierto es que un hombre de unos 50 años me atiende simpáticamente mientras me invita a pasar y me enseña la habitación. Me hace sentar en la cocina donde prepara un jugo de ananá, realmente bueno! Me pregunta cuantos días estaré en el pueblo así me ayuda a organizar algunas excursiones. Le agradezco pero recién llegado no se ni lo que voy a hacer las próximas horas. El hombre insiste y hasta se molesta un poco si no quiero hacer con sus colegas las excursiones. Por eso dejo las cosas en la habitación y salgo a caminar un rato. Al regresar por la noche comienza nuevamente con el acoso. Resulta tan agotador la situación que lamento su actitud, levanto campamento y sin imaginarme semejante episodio salgo a buscar un lugar cuando los negocios ya están cerrados.
El destino quiere algo mejor, pienso fuertemente. Y así fue. Me encuentro con Ricardo y su mujer, un matrimonio amable que juntos leen en la galería de su casa. Todo lo opuesto. Con tranquilidad y sin tratarme como un gran billete de dólar con patas me da consejos y libertad para disfrutar de Viñales a mi ritmo. Siguiendo una de sus propuestas al otro día alquilo una moto para viajar al cayo Jutías. Me aprovisiono de agua, fruta y algunos sándwiches para recorrer los 65 km que me separan de la ciudad. Debo aclarar que la ultima vez que había manejado una moto fue hace varios años en Ko Samui, Tailandia, y más de una vez estuve por darme algún que otro golpe. Si bien soy precavido la velocidad es una tentación. Pero ahora, con el paso del tiempo, esas locuras quedan descartadas. Casco puesto, mochila en la espalda y a apretar el acelerador. Es una moto sencilla sin cambios pero de todas maneras me cuesta tomarle la mano al nuevo móvil. Doy algunas vueltas por el pueblo y parto en busca de aventuras.
El viaje transcurre sin problemas por una carretera impecable y prácticamente desierta aunque algunos carteles parecen haber sufrido el paso del tiempo y no se distinguen. Como siempre la amabilidad cubana me ayuda a encontrar el camino correcto. Con Laura, mi compañero de viaje, tenemos una debilidad o mejor dicho un problema. Nos cuesta unir dos puntos de viaje sin distraernos. Si decimos ir de “A” a “B” algo sucederá por parte de alguno, y nos llevará seguro al camino de la distracción. Una foto, una conversación con algún extraño, ver un paisaje nuevo, etc, todo es válido para que las distancias se alarguen. Dicho esto nos proponemos evitar cualquier motivo que nos saque de la ruta. Nos prohibimos sacar fotos, aunque se por unas dos horas, tiempo que calculamos en llegar a la playa. En un esfuerzo en conjunto lo logramos y un manto de arena blanca de varios kilómetros de extensión nos recibe tal cual trofeo. A lo lejos la postal se completa con pequeñas olas de color turquesa.
Optamos por un día relajado al sol, sin la necesidad de visitar nada en especial y en realidad aunque quisiéramos, no hay más que algunos cangrejos tímidos que salen de sus agujeros, un puñado de turistas tan perdidos como nosotros y el mar. Nos acompaña nuestro libro de lectura y la soledad absoluta. En el único restaurante que hay disfrutamos de un delicioso pescado fresco acompañado de ensalada y “moros con cristianos” (arroz con frijoles negros), un plato típico de la isla. Tan relajados estamos que el horario de regreso nos juega una mala pasada. Nos queda un buen rato de viaje y hay poco tiempo de luz. Como si fuera poco, a mitad del recorrido comienza a caer una suave llovizna. Aceleramos la marcha para llegar al pueblo antes de que la noche nos atrape por completo. Y sucede lo imprevisto o mejor dicho lo previsto. En una curva, no muy cerrada, el asfalto recién mojado nos empuja con suavidad y nos caemos con la moto hacia un costado de la ruta. Mas allá de algún que otro raspón, por suerte salimos ilesos. Levantamos la moto, hacemos cambio de conductor y seguimos. La lluvia empieza a caer con mayor fuerza y se hace oscuro. Prendemos las luces cuando un par de kilómetros anuncia nuestra cercana llegada. Guardamos la moto en el galpón de la casa de Ricardo y después de una ducha bien caliente salimos a comer algo. Para sorpresa nuestra el día siguiente amanece con un sol espléndido.
Ahora es el turno de recorrer los montes, pero a caballo. La idea es visitar las aldeas tradicionales y las granjas locales. Como bien les dije antes, los cubanos son expertos en nombres no solo raros o inventados, sino también de herencia rusa!. Pues bien, Boris, nuestro guía, nos recibe en un secadero de tabaco. Entramos a este enorme galpón de madera y el perfume atrapa, y aún sin ser fumadores, nos gusta. Mientras preparamos las monturas nos explica como es el proceso de selección de las hojas para confeccionar los famosos puros cubanos. En realidad, nos dice, el proceso para hacer un buen puro es una mezcla de varios factores. Entre ellos el clima, el suelo y en especial la sabiduría de los campesinos. En fila india comenzamos el ascenso. Una suave neblina cubre el horizonte en una mañana atípica y algo fresca.
Durante el recorrido conversamos sobre su forma de trabajo en el campo. “Las tierras le pertenecen a los campesinos siempre y cuando las mantengan productivas, sino pasan a manos del estado para ser reasignadas. Incluso, algunos se organizan en pequeñas cooperativas para cosechar y comercializar su producción”. También nos cuenta que cada familia puede tener algunos animales y huertas siempre que sean para consumo personal. Cada uno, por diversos intereses saca su cuestionario personal. Pobre Boris, es un guía en un interrogatorio improvisado. Pero bien, de esto se tratan los viajes o no?, de recopilar historias de vidas ajenas, y en este caso nuestro campesino nos muestra su realidad, muy distinta tal vez a la del taxista Alejandro quien nos recogiera en el aeropuerto días atrás.
Después de cabalgar durante unas horas paramos en un pequeño pueblo en lo alto de las sierras. Desde allí se aprecia la belleza de Viñales con sus fantásticos mogotes kársticos, paisaje que se asemeja al de la Bahía de Halong en Vietnam o Güilin en el sur de China. Quien me diría que acá, en esta parte del mundo el Caribe y Asia se dan la mano geográficamente. Nuestro guía nos presenta a otro campesino, o guajiro como le llaman acá, quien nos prepara un mojito hecho con miel. Ellos se jactan de preparar el mejor trago de la región. Incluso superior al del bar La Bodeguita del Medio, en la capital. Su amigo nos muestra una especie de refugio hecho con madera. Según el, aquí vienen a jugar a las cartas y tomar algún trago. Tengo mis sospechas, más allá de esa sana actividad creo que mas de uno tendrá sus buenas escapadas con alguna que otra vecina del pueblo. Pero eso, no es asunto nuestro. Regresamos al pueblo cuando los mogotes cobran un color dorado y el verde de su vegetación se hace intenso. Ayudamos al guía a dejar las monturas y una caminata corta nos espera al hospedaje. Boris saca su celular, llama a su esposa para avisar que terminó la excursión y cuelga. Mientras se acomoda su cinturón, con vos de sabio y orgulloso nos dice. Ustedes sabían que la primera ciudad del mundo en tener telefonía con discado directo (sin necesidad de operadora) fue La Habana en 1906? La verdad que no! Y tal dato nos sorprende.
Nuestro regreso, de andar más que tranquilo, sino doloridos por las horas subidos a los caballos, se ve interrumpido por un guajiro que trabaja en el campo. Su chaqueta verde militar y su sombrero de paja nos seduce para una sesión de fotos. Es la imagen perfecta de la zona rural de Cuba! Cruzamos un alambrado de púas y caminamos directo hacia el. Conversamos un rato y con su complicidad hacemos algunas tomas. Seguramente, en alguna oportunidad esta foto y varias mas serán una recopilación para futuras publicaciones.
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Puerto Príncipe, la capital de Haití está repleta de campos de refugiados. Con sus calles destruidas, un tráfico ensordecedor y un calor que aprieta a pesar de estar en invierno cualquiera me diría que no es el mejor panorama para visitarla. Me pongo a pensar en el devastador terremoto ocurrido en enero de 2010 que dejó un saldo de 316.000 muertos y más de 1,5 millones de personas quedaron sin hogares. Se lo considera una de las catástrofes humanitarias más grandes de la historia. Después que el ex presidente Bertrand Aristide partiera para el exilio de Haití en 2004, se creó la MINUSTAH, Misión de Estabilización de las Naciones Unidas para Haití con el fin de apoyar la constitución de un estado de derecho, promover y proteger los derechos humanos.
Junto a esta organización, trabajan cientos de ONG y voluntarios en la reconstrucción del país. Pero Haití, en algún momento llamada “La perla de las antillas” es mucho más que pobreza y estadísticas desalentadoras. Mi intención de viajar allá fue poder ver con mis propios ojos su realidad y regresar con historias distintas a las ya nombradas por los medios. Estas fotografías ilustran, parte de mi vivencia cuando fui convocado como fotógrafo por la UNDP (Programa de desarrollo de las Naciones Unidas) para trabajar en el documental que dirigió el famoso director Jonathan Stack para la Escuela de Cine de Jacmel.
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