Un alto en las rutas de Kirguistán donde ya se veían familias nómadas

Cuando uno viaja por el mundo ocurren un montón de cosas que rompen con todos los paradigmas. Y entre esas situaciones están los encuentros con gente que también decide conocer destinos como Kirguistán, hacer un trekking al lago Song-Kol y compartir unos días con las familias nómadas. Y esto fue lo que sucedió en un hostel de Osh un día por la mañana…

Haciendo dedo hacia Kyzart

-Hola buen día, soy Boban… ¿Hablás español?

-Sí, claro, soy de Argentina.

-Y, ¿A dónde estás viajando?

-Estoy saliendo a la ruta para viajar a dedo hasta un pueblo desde donde haré un trekking de 25 km para encontrarme con familias nómadas y un lago.

-¿Puedo ir con vos? Preguntó con vos de dormido este mexicano de padres serbios.

-Salgo en diez minutos, te espero.

Lo mágico que tienen estos encuentros es que uno no tiene la más mínima idea de con quien va a viajar, de donde viene, donde vive, que hace, etc, etc. Te espero abajo en la calle, le dije, mientras fui a buscar algo para desayunar. Dos cosas me llamaron rápidamente la atención cuando Boban salió del hostel. Una que vestía camisa como si fuera a ir a una discoteca y otra, que calzaba zapatos como si fuera a ir a un casamiento. En cambio no me sorprendió que llevara una mochila tan pequeña como la mía y una guitarra al hombro.

Uno de los tantos paisajes por Kyrguistán

Boban, creo que nos pasamos! Efectivamente nuestro conductor que no era de la zona nos dejo a unos 30 km de Kyzart, nuestro punto de salida a las montañas. La tarde se transformó en noche y cuando eran las 22 horas estábamos en medio de un camino de tierra totalmente a oscuras. Según nuestro GPS en Kyzart había un solo hospedaje. Nuestra salvación. El destino nos ayudó y una hora más tarde estábamos en un micro de larga distancia que se dirigía a la capital. Seguramente les llamó la atención ver a un barbudo con la camiseta de fútbol de Argentina y a un mochilero vestido contra todas las normas del lugar. Dejamos las cosas en el pasillo atentos a no pasarnos otra vez del pueblo.

Acampando con los nómadas en el lago Song-Kol

Boban toca unos tangos a las familias nómadas en las montañas de Kyrguistán. Al otro día comprendió que usar remera y zapatillas era más cómodo.

Golpeamos la puerta de madera. Lo primero que se escucharon fueron los ladridos de varios perros. Después se prendieron unas luces y a continuación salió el dueño con cara de estar esperándonos. A pesar de ser tarde nos recibió y nos hospedó. Hasta acá la historia no tiene nada de sorpresa. Dos mochileros que se unen y comparten viaje hasta unas montañas en medio de Asia Central.

Al día siguiente tomamos las cosas necesarias y nos fuimos a hacer el trekking. Boban vestía como siempre y su guitarra parecía ser su aliada inseparable. Después de 7 horas seguidas de caminata, subir y bajar montañas, cruzar ríos y soportar el sol veraniego, pedí un descanso. Necesitaba poder admirar el lugar en donde estaba. Entonces mi compañero de viaje sacó la guitarra de su funda, respiró hondo y puso los dedos sobre las cuerdas. Tal vez lo planeó el destino o fue un pedido de mi inconsciente. Lo cierto es que comenzó a tocar las canciones de la película Amélie, una de mis preferidas. Mientras él estaba concentrado en las notas, mi mente intentaba comprender lo mágico que era ese momento. La música perfecta, en el lugar perfecto!

Nuestro amable conductor, que a pesar de ser local no conocía bien la ruta

Dos o tres horas más tardes llegamos a las orillas del lago Song-Kol, donde nos encontramos con las familias nómadas. Por las mañanas compartíamos un poco de su cotidianeidad y a la tarde Boban sacaba su guitarra y entre acordes de tangos, boleros y música clásica, reunía hasta los más curiosos, los niños. Sin lugar a dudas este trekking por las montañas de Kirguistán no hubiera sido igual sin su compañía.

Mapa de Kyrguistán en Asia Central

Nos separamos en Tayikistán. Yo seguí viaje hasta Samarcanda, unas de las ciudades principales de la Ruta de la Seda, mientras él intentaba buscar la manera más segura de viajar a Afganistán. Si no me fallan los cálculos para este época ya estará haciendo su último año de medicina en Moscú.

Más familias nómadas en el trekking entre las montañas

Más familias nómadas en el trekking entre las montañas

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