Este graffiti está sobre la avenida Niceto Vega y es parte del Mercado de las Pulgas
Subí por una calle empedrada, doblé en la esquina y me senté a descansar en un banco. Saqué la botella de agua y antes de tomar el primer trago un enorme graffiti me llamó la atención. Estaba en Bulgaria, precisamente en Plovdiv pero por esas cosas que tiene la mente al instante me acordé de Colegiales, mi base, mi barrio, mi lugar en el mundo cuando estoy en Buenos Aires. Entonces prometí (a nadie más que a mí), que cuando volviera a Argentina saldría a recorrer (cámara en mano) esas enormes paredes llenas de colores.
En playa de estacionamiento del Mercado de las Pulgas está este inmenso graffiti
Este lo pintó mi amigo Freddy o como se lo conoce mejor, el pelado. Está donde termina el mercado de las pulgas casi en la esquina.
Subí por una calle, doblé en la esquina y me encontré con el primer graffiti del recorrido. Entonces me acordé de Plovdiv, de la promesa y de cumplirla. Caminar por Colegiales me genera paz. Es un barrio tranquilo, tiene el Mercado de Pulgas, la plaza Mafalda, a la que voy muy poco. A veces subo al piso 13, la terraza de mi edificio y desde ahí uno pareciera estar suspendido en el cielo. Si bien no es muy alto al haber muchos casas la perspectiva es enooorrrmme.
Después tomé la calle Zapiola hasta Dorrego. Me resultaba extraño porque hacía casi un año que no iba para ese lado. A mitad de cuadra me encontré con dos inglesas tomando fotografías a una mural que hace honor a Frida Kahlo. Y de pronto, sin pretenderlo me sentí un turista, sí, a tan solo 300 metros de mi casa.
Yo: ¿Están de vacaciones? les pregunté…
Inglesas: Sí, hace dos meses que estamos viajando por Sudamérica y llegamos a Buenos Aires la semana pasada. Hablás muy bien español. ¿De dónde sos?
Yo: del barrio, les dije con naturalidad.
Inglesas: Ah, vivís acá, que bueno!
Frida Kahlo a la máxima expresión. Mural sobre la avenida Dorrego casi esquina con Zapiola (a metros del M. de las pulgas). Creo que en vivo y en directo es aún más impresionante
Tenía ganas de conversar un rato más con las inglesas, todavía me sentía como si estuviera de viaje por Asia. Pero tomaron sus bicicletas ni bien guardaron la cámara y cuando se estaban por ir les pedí una fotografía con el mural. Creo que es una de las pocas fotos que tengo como turista de Colegiales y a decir verdad me gustó. Seguí por la avenida Dorrego y llegué hasta Niceto Vega. Recordé que a la vuelta del mercado de las pulgas todas las paredes están pintadas. Por momentos intentaba entender el graffiti, al pintor, a su idea. Hasta imaginé el día en que lo creó. A veces dejan su firma abajo o su teléfono de contacto, pero el que más me había gustado no tenía nada. Tal vez no quiere que lo llamen, será por eso? No lo se.
Esta gigantesca obra de arte está metido en una plaza que hay en Crámer y Matienzo
Y si te das vuelta, sobre las paredes del Ceamse también hay muchos como este
Después de dar más vueltas regresé al punto de partida; la esquina de Jorge Newbery y Zapiola. Ahí hay una casa pintada de amarillo y naranja con dibujos que tampoco entiendo. Es un lugar raro porque la persiana está siempre baja, no veo entrar ni salir gente, pero estoy casi seguro que es una oficina. Hay días donde pienso en tocarles el tiembre, decirles que soy curioso, y justamente por eso que me cuenten porque su casa (mejor dicho su fachada) está transformada en una gran obra de arte.
Este graffiti está en la calle Zapiola 410. Algún día espero ver las persianas subidas y enterarme que funciona en ese lugar.
Tomé el ascensor pero en vez de parar en el noveno seguí otra vez hasta la terraza. Necesitaba tener esa vista donde los autos parecen más pequeños, donde me convierto en espía de los que caminan a la distancia. Colegiales está lleno de graffitis y verlos con ojos de viajero estuvo bueno.
Este está sobre las paredes del Mercado de las pulgas sobre la avenida Dorrego casi esquina con Niceto Vega
Otro graffiti en la pared del Mercado de las pulgas
Otro graffiti en la pared del Mercado de las pulgas