Dejé el ruido de la Avenida de Mayo ni bien entré a su hall principal. Me impactó su arquitectura y la magnitud del edificio. Acababa de entrar al Palacio Barolo, una joya arquitectónica de Buenos Aires que muchos ven pasar a las apuradas durante la cotidianidad porteña.

El hall central del Palacio Barolo, punto de partida para el recorrido

Cuando Luis Barolo llegó en 1890 a Argentina para dedicarse a la importación de tejidos, seguramente no tenía en mente dejar este legado de 100 metros de altura, algo prohibido para aquél entonces y que se consiguió gracias al permiso del intendente Luis Cantilo. Su principal objetivo era construir un edificio que sirviera exclusivamente para rentas.

Pero preocupado por conservar las cenizas del famoso Dante Alighieri, mandó a construir el edificio inspirado en la obra del poeta, “La divina Comedia”.

Las luces le dan magia a esta joya arquitectónica

Vista del hall central desde el 3º piso

Volví a la realidad cuando Ana, la guía, nos convocó en el centro de la planta baja para comenzar el recorrido. “Estamos en el infierno”, fueron sus primeras palabras. Ahí entendimos que Barolo representó a lo largo de sus pisos los capítulos de esta obra literaria. Después de atravesar el purgatorio a través de escaleras de mármol estrechas, ascensores antiguos, y balcones internos llegamos al paraíso. Pero faltaba una sorpresa extra, apreciar la ciudad de Buenos Aires desde su faro giratorio.

Escaleras que se pierden en el infinito…

Ana prendió la lámpara de 5.000 watts y todos cerramos los ojos, el calor era intenso. Desde esa pequeña cúpula de vidrios circulares distinguimos el obelisco, el congreso, terrazas, y el horizonte infinito de una ciudad que empezaba a apagar sus luces.

Tal vez, la mejor parte fue al final, cuando una violinista acompañó nuestros pasos hasta una recepción para degustar una copa de vino. Recorrer el Palacio Barolo es entender un poco más la historia de Buenos Aires, es disfrutar de una arquitectura que va entre el neogótico y el neorrománico, es tocar la textura suave de ese mármol de carrara, apreciar los vitraux, y lámparas que cuelgan desde alturas impensadas.

Vista de la planta baja desde “El Purgatorio”

Si un día pasan por la Avenida de Mayo al 1370 no se olviden de mirar hacia arriba porque su cúpula esta inspirada en el templo Rajarani Bhubaneshvar de la India, para representar el amor tántrico entre Dante y Beatriche. El Palacio Barolo tiene historia, pero hay que descubrirla en primera persona.

Vista del Palacio Barolo desde una de sus terrazas

Información para visitas guiadas en: www.palaciobarolotours.com Pueden enviar un mail a [email protected] o contactarlos vía telefónica al +54 011 4381 1885 de lunes a sábados de 9 a 20 horas.

Impresionante vista de la Av. de Mayo desde el piso 14 del Palacio Barolo