Mientras volvía pedaleando por las calles de Buenos Aires después de la entrevista con el Goyco en la TV Pública me puse a reflexionar. Es verdad Todos Estamos Conectados! Me refiero a que muchas veces antes de iniciar un gran viaje son los miedos los que nos invaden o como también conocemos, los famosos auto-boicots. Sin embargo, no tomamos conciencia de que allá, del otro lado del mundo hay miles de personas que están esperándonos para que nuestro viaje, EL VIAJE, resulte una experiencia maravillosa.
Algo así pude vivencia hacia fines de 2018. Después de separarme tras cinco años de estar en pareja me fui a recorrer Argentina en moto. Simplemente partí y jamás imaginé que ese encuentro casual acampando detrás de una estación de servicio (lo cuento bien en el próximo libro a publicar en 2021) me iba a cambiar la vida y la manera en la que quería seguir viajando. Porque siempre afirmaba que moverse en bicicleta es una locura de esfuerzo físico, energía, tiempo y de dificultades en las que no creía poder sobrellevar. Pero… como los supuestos siempre se derriban terminé pedaleando 17.200 km desde Estonia hasta Costa de Marfil y después di vuelta a España y Portugal.
Tampoco imaginaba la cantidad de personas que me hospedarían en Rumania, Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, Serbia, por nombrar algunos países europeos o en las aldeas de Guinea Conakry, Liberia o Sierra Leona. Todos ellos estaban ahí esperando el momento oportuno para ofrecer un puente entre un viajero curioso y otro desconocido.
Ese Estamos Todos Conectados me permitió conectarme más con mi niño interior, con lo que realmente deseaba. Permitió entender que el mundo está lleno de almas generosas y dadoras y que lo importante es copiarlo para que otros también reciban un poco de nosotros. En Lituania un vendedor de frutas me había regalado un kilo de frambuesas y frutillas, en Gambia el dueño del hotel me invitó a dormir dos noches gratis, en Liberia el dueño de un supermercado no dejó que pagara la compra, en Serbia me regalaron dinero, y la lista de esos pequeños regalos es infinita.
Por eso, si en algún momento estás con ganas de partir y tenes dudas o miedos pensá en lo siguiente: en primero lugar que eso es bueno porque significa que estás ampliando tu zona de confort y que estás haciendo algo nuevo, lo que te permitirá desafiarte. Por otro lado, no dejes que esos miedos te paralicen sino, todo lo contrario… lanzate a la aventura y recordá que Todos Estamos Conectados.