En cuanto abrí los ojos supe que algo no andaba bien. Me sentía confundido y me costaba comprender en dónde estaba. Cuando quise sentarme el cuerpo estalló en una cadena de dolores intensos e interminables. Entonces la confusión se mezcló con preocupación. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué me dolía tanto la cabeza? Estiré el brazo y ni bien alcancé la mochila, saqué el termómetro que siempre llevo. Después de unos minutos comprobé que tenía 41 de fiebre!!! Estaba todo dicho. Algo malo se venía.

Cuando volví a abrir los ojos ya habían pasado más de 15 horas desde el episodio anterior. A mi lado estaba parada una enfermera con un vestido blanco impecable, y apoyada en el marco de la puerta, Shanti, la niña que había avisado a su padre que un mzungu, (hombre blanco en el dialecto bantú), estaba enfermo.

Ahí comprendí que tenía malaria. Ahí recordé que estaba viajando por Uganda. Ahí recordé lo importante que es tener un seguro médico y hacer prevención antes de viajar (sea al lugar que sea).

La niña que me ayudó en una situación complicada cuando contraje malaria en Uganda.

Hace muy poco tuve una consulta en Stamboulian, Centros de Salud con un especialista en medicina del viajero. Ahí me enteré que cuando uno toma Tropicur para evitar enfermarse de malaria está cubierto en un 97%. Lamentablemente en África del Este estuve en ese 3% de probabilidad y terminé hospitalizado.

Stamboulian, Centros de Salud, podrás consultar sobre medicina del viajero y aplicarte todas las vacunas necesarias por tu recorrido.

Si bien la experiencia no fue muy gratificante me sirvió para estar más atento para las próximas situaciones. Y este viaje que se viene en bicicleta por Europa y África durante 2019-2020 será un gran desafío. No solo por la físico, sino por la parte mental y las enfermedades a evitar.

Entonces, ¿qué debería hacer uno en cuanto a la salud para irse de viaje tranquilo? Yo les recomiendo sacar un turno con un médico especialista en Stamboulian, completar la ficha detallada que te dan y dejar que ellos te guíen en cuanto a qué vacunas debes aplicarte. Lo aconsejable es hacer la consulta unos 2 meses antes de viajar para tomar todos los recaudos necesarios. Por ejemplo, hay vacunas que necesitan unos 15 días para generar anticuerpos y lo ideal es que llegues a destino bien inmunizado.

Dos temas súper importantes: además de qué vacunas debes darte tenes que asesorate con el médico sobre todas las enfermedades frecuentes que hay en la zona a recorrer Por otro lado te aconsejo que hagas una consulta odontológica para evitar más sorpresas en el camino.

¿LO SABÍAS?

Los factores de riesgo más reconocidos para contraer enfermedades son:

  • Turismo aventura.
  • Visitas a zonas rurales y fuera de las rutas turísticas habituales.
  • Duración del viaje mayor a 4 semanas.
  • Viajeros de larga estancia como expatriados y misioneros.

Muchos son lo que se preocupan por coleccionar sellos de nuevos visados, por el chip a comprar ni bien llegan a destino, tener las baterías y tarjetas listas para sacar buenas tomas, los eventos culturales que no se quieren perder, etc. Pero pocos son los que dedican tiempo a armar un buen botiquín.

Esto es lo que no te podría faltar:

  • Medicación habitual con prescripción médica.
  • Si utilizás anteojos, lentes de contacto o audífono, llevar un juego extra o la prescripción médica con la característica de los mismos.
  • Analgésicos.
  • Antihistamínicos (antialérgicos).
  • Antipiréticos.
  • Crema con corticoides.
  • Descongestivos oculares.
  • Protector solar.
  • Gasas estériles.
  • Soluciones desinfectantes
  • Cinta adhesiva.
  • Alcohol en gel.
  • Termómetro.
  • Repelente de insectos.
  • Tabletas para potabilizar el agua.
  • Preservativos

Algo frecuente que puede ocurrir durante un recorrido es la famosa diarrea del viajero. Ésta se presenta en la dos primeras semanas del viaje y en la mayoría de los casos se trata de un cuadro autolimitado (que se resuelve sin tratamiento).

Las causas son múltiples, e incluyen a los virus, bacterias y parásitos. Otras posibles causas son las toxinas de pescados y moluscos sin control bromatológico. El riesgo de padecer diarrea del viajero se incrementa con la duración del viaje y está estrechamente relacionado con las condiciones sanitarias del país al que vayas. Los factores que aumentan el riesgo son el consumo de agua no potable y alimentos contaminados, crudos o parcialmente cocidos.

Por eso te recomiendo que consumas solamente agua potable envasada y de no contar con esa opción tené en cuenta esto:

  1. Hervir el agua 3 minutos como mínimo.
  2. Con agua visiblemente limpia agregar 2 gotitas de lavandina por litro.
  3. Utilizar tabletas potabilizadoras.
  4. No consumir hielo.
  5. No consumir leche que no ha sido pasteurizada.
LLEVAR UN SEGURO MÉDICO A TUS VIAJES ES IMPRESCINDIBLE!

Un buen seguro médico es la mejor manera de viajar tranquilo por el mundo.

Picadura de insectos:

Las picaduras de insectos pueden generar riesgos para la salud, ya que en algunos casos pueden provocar reacciones alérgicas que podrían poner en riesgo la vida de las personas (como el shock anafiláctico). Pueden ser causa de infecciones en la piel a consecuencia del rascado, y también transmitir algunas enfermedades infecciosas como dengue, zika, chikungunya, malaria y fiebre amarilla, entre otras. Como bien compartí al principio del post es una posibilidad real de que te pique un insecto, aún haciendo la prevención correcta. Te comparto en detalle este punto sobre la prevención contra la picadura de insectos:

  • Usá ropa de mangas largas, pantalones largos de preferencia de color claro, medias y calzados cerrados.
  • Usá repelente de insectos sobre la piel descubierta, que contenga NN´dietilmetiltoluamida (DEET) en concentración de 25 %. Aplicar cada 4-6 horas.
  • Usá mosquiteros impregnados en permetrina (verificá que la malla sea fina y esté en condiciones).
  • Usá insecticidas ambientales que contengan permetrina, en el interior de la vivienda.
  • Evitá permanecer debajo de luminarias que atraen insectos.

Mal de altura:

La enfermedad por altitud se presenta cuando se alcanza una altura mayor a 2.400 metros sobre el nivel del mar y puede afectar a montañistas, alpinistas, esquiadores o viajeros que ascienden demasiado rápido estas distancias.
El Mal de Montaña siempre avisa, nunca se instala en forma violenta o inesperada, por lo cual es importante reconocer los síntomas en el momento de su aparición y nunca subestimarlos.
¿Qué síntomas se pueden presentar por la altura?

Los síntomas van a depender de la altura a la que te encuentres, la velocidad con la que se consiguió llegar a dicha altura y la actividad física desarrollada. Según el tipo de síntomas y los órganos afectados, pueden aparecer: cefalea, falta de apetito, náuseas, fatiga, vértigo, debilidad, insomnio. En casos más graves puede haber edema pulmonar o cerebral.

¿Cómo puede prevenirlo? Hay 4 reglas fundamentales:
* Beber antes de tener sed.

* Comer antes de tener hambre.

* Abrigarse antes de tener frío.

* Descansar antes del agotamiento.

El frío y el sobreesfuerzo potencian los efectos perjudiciales del mal de altura.
Para prevenirlo también deberías tener en cuenta estos datos:

–Ascender lentamente: 400 a 500 metros/día en alturas que superen los 3.000 a 4.000 m.s.n.m.

–Ascender alto pero dormir bajo: es importante el aumento gradual de la altura a la que se dormirá (se aconseja un aumento de 300 m/día).

–Moderar la actividad física sobre todo en las primeras 48 hs.

–Evitar la toma de sedantes, tranquilizantes y analgésicos narcóticos (sobre todo por encima de los 2450 metros).

–Controlar la ingesta de comida y agua: se recomienda tomar abundante líquido y seguir una dieta pobre en sal.
Existe medicación que puede ser utilizada para prevenir y/o mejorar los síntomas. Entre los que se encuentran: Ibuprofeno, Paracetamol, Acetazolamida, Dexametasona, Nifedipina y Metroclopramida, entre otros. Para su utilización debe ser evaluado por un médico especialista en Medicina del Viajero antes de emprender un viaje.

Protector solar:

Los factores que inciden en el riesgo de contraer efectos a causa de la exposición solar son:

-La hora del día: mayor riesgo entre las 10 y las 16 horas.

-La estación del año: mayor riesgo durante el verano.

-La altitud: cada 300 metros de altura la intensidad de la radiación aumenta un 4%.
-El agua, la arena y la nieve: reflejan los rayos y aumentan su efecto.

-La intensidad del sol: aumenta a medida que nos acercamos al ecuador.
El FPS mínimo recomendado es de 15.

Por lo tanto te recomiendo elegir un producto de protección solar de buena calidad, resistente al agua, a la transpiración, con protección contra los rayos UVA y UVB. El protector debe aplicarse 15 a 30 minutos antes de la exposición en toda la superficie corporal expuesta incluyendo orejas, cuello, dorso de los pies y manos. Debe repetirse la aplicación cada hora y media, o después de lavarse, nadar o transpiración profusa.
Los bebés menores de seis meses no deben exponerse al sol en forma directa ni utilizar protectores solares, se recomienda vestirlos con ropa liviana que cubra todo el cuerpo y consultar con el pediatra acerca de qué tipo de filtro solar puede utilizar para lograr el cuidado adecuado. En caso de utilizar repelente de mosquitos y protección solar, se recomienda: colocar en primer lugar el protector y, a los 15 minutos, el repelente.

Espero que todos estos consejos te ayuden a viajar más organizado en cuanto a prevención, salud, medicina del viajero y llevar un botiquín.

Para este recorrido en bicicleta por Europa y África cuento con Asegura tu viaje