La playa de Paje con las recolectoras de algas marinas.

En Paje sucede un fenómeno único. Todos los días la marea baja durante tres horas, hasta que la playa se convierte en kilómetros de arenas blancas. Ciento de mujeres acompañadas por sus hijas, comienzan a recolectar las algas marinas maduras las cuales serán vendidas a Japón para elaborar cremas faciales. Las mujeres, con sus vestidos de seda de colores intensos, completan un paisaje surrealista.

Espero pacientemente algunas horas hasta que ocurra tal suceso. Camino unos cuantos metros y me acerco con la simpatía que uno intenta regalar a cambio de nada. Converso palabras mezcladas, un poco en ingles y otro tanto, las menos en suajili, su idioma de facto. Se ríen y se divierten con mi presencia pero no quieren saber nada cuando intento tomar algunas fotos. Entonces guardo mi cámara y comienzo a ayudarlas en la recolección. Las algas maduras las vamos sacando de uno palitos clavados en la arena y las guardamos en bolsas de arpillera. El tiempo pasa mas rápido de lo esperado y cuando quiero regresar a la orilla la subida de la marea me juega una mala pasada. Estoy con el agua hasta los hombros con los brazos extendidos hacia arriba para que no se moje la mochila con la cámara. Recorro casi cien metros y por suerte llego a destino sin lamentar ninguna perdida.

Dos días más de encuentros, de ayuda en la recolección y de risas, pero fotos, no!Entonces al tercer día recurro al viejo truco de sacar sin mirar y… que salga lo mejor posible. Me llevo la cámara a la cintura, encuadro como puedo y disparo unas cuantas fotos. Creo que saben de mi picardía pero al menos no se tapan la cara. Cuento con una cámara analógica en este viaje, así que tendré que esperar unos meses mas hasta ver el resultado. Nunca imagine que con esta pequeña aventura de las algas obtendría un primer premio en una nota fotografía de una revisa de viajes. Ojalá alguien se sienta seducido de venir hasta estos rincones de Tanzania al ver las fotos como a mi me sucedió. Y por las dudas dejo aclarado, que la realidad supera la imaginación. Si querés leer más historias de viaje por África te invito a ver mis aventuras por Marruecos:

https://unviajerocurioso.com/2014/01/22/marrakech-entre-lo-irreal-y-lo-absurdo/

Pescador en Nungwi

Pescador en Nungwi

Hijos de pescadores juegan en Nungwi

Hijos de pescadores juegan en Nungwi al terminar la pesca