Hay lugares a los que uno llega por recomendación de algún amigo. A otros porque los viste en un documental, en una revista de viajes o simplemente por ser curioso.

Este paisaje es del que tanto me habían hablado…

Sinceramente no recuerdo cómo llegué a escuchar que en Catamarca existía El Campo de Piedra Pómez, una inmensidad de piedra con formaciones caprichosas donde muchos aseguraban que caminar por ahí era como estar en la Luna o en Marte. Cuando la gente hace ese tipo de comparaciones existen dos opciones: una que sea realmente exótico y la otra es que llegar hasta ese destino no será nada fácil.

Y parece mentira verlo con tus propios ojos

Aunque solo me preocupaba una cosa. No caer en la decepción o frustración al verlo con mis propios ojos, porque hay ocasiones en la que todos hablan maravillas de un lugar y cuando lo ves te preguntás… ah, era esto? Me lo imaginaba mucho más grande, colorido, exótico, rústico, etc, etc.

 

Así que dejé llevarme por la capacidad del asombro y recordar que estaba de viaje hacia un lugar poco común. Cuando salimos de Belén, nuestro punto de partida hacia Antofagasta de la Sierra, nos encontramos con otras sorpresas: los Médanos de Randolfo, vicuñas, patos, flamencos, volcanes y caminos donde el final se pierde en el infinito.

Pero antes pasamos por los Médanos de Randolfo

Y por caminos volcánicos

Tendrá un fin esta ruta?

Para que se hagan una idea, El Campo de Piedra Pómez tiene una superficie de más de 75.000 hectáreas, entonces al llegar tuve que contener mi adrenalina fotográfica. Situación que me ocurre cada vez que estoy en un lugar nuevo y me gusta mucho. Tengo que controlarme para no salir corriendo a disparar foto tras foto.

Con el tiempo aprendí que primero hay que respirar el aire en donde estamos, observo en 360º la superficie, la textura, sus colores y después empezar a buscar las imágenes. Por momentos me parecía estar caminando en un mar rojizo con olas pintadas de blanco y por otros en Marte, como bien habían mencionado otros viajeros.

Formaciones extrañas que salen del suelo

Fotografiar este lugar es un privilegio

Cuando llegó el mediodía lo único que buscaba era una piedra gigante que diera un poco de sombra. El calor era tan protagonista como el paisaje. Después de casi dos horas de recorrer esas extrañas formaciones iniciamos el regreso hacia El Peñón, una parada antes de llegar a Belén.

Conocer El Campo de Piedra Pómez me hizo reflexionar. Entendí que desde ahora más que conocer países lo que más me atrae es conocer lugares. No importa si son en destinos en donde ya estuve, que tan lejos quede, si hace mucho frío o calor. Lo que busco es conocer y aprender de esos destinos.

Como pueden ver el tamaño de algunas piedras son inmensas!!!

Les cuento que unas semanas más tarde, cuando estaba trabajando en la cotidianidad de Buenos Aires me asomé por la ventana de casa. Colegiales, donde vivo, resulta ser como una burbuja dentro de la capital. Es todavía un barrio tranquilo. Sin embargo, fue inevitable recordar y compararlo con ese lugar de Catamarca. ¡Ahí me di cuenta que había estado en un paisaje surrealista!

Ah, si quieren ver más paisajes increíbles de Catamarca hagan clic en esta foto…

Paisajes increíbles en la Ruta de los Seismiles

Importante: hasta Antofagasta de la Sierra o El Peñón se puede llegar con auto propio, pero para ingresar al Campo de Piedra Pómez no solo se necesita un vehículo 4 x 4 sino ir con alguien que conoce el lugar.

Entrar solo es meterse en una inmensidad donde perderse es muy fácil. Cuando la gente les diga que debe ir con un lugareño o agencia hagan caso. En la zona no hay señal de teléfono. ¡NO vayan por cuenta propia!

Solo somos un punto mínimo en esta inmensidad

Nosotros hicimos el viaje de 2 días con la agencia Famayfil, que es muy conocida y tiene sus oficinas en la ciudad de Belén frente a la plaza principal.