¿Alguna vez te preguntaste que significa realmente viajar? Porque queramos o no siempre habrá un antes y un después de un recorrido. No importa cuanto tiempo dure o que tan lejos hayas ido pero la experiencia de salir de nuestra zona de confort es la mejor prueba que nos animamos a nuevos desafíos. Tal vez sea salir de tu pueblo y cruzar una provincia, tal vez unir en bicicleta todo tu país, viajar a dedo si todavía no te animaste o viajar a otro continente con tradiciones y costumbres muy distintas a las nuestras.

Bago, Myanmar

En Bagó, Birmania

Tíbet

En Tagong, Tíbet

Khiva, Uzbekistán

En Khiva, Uzbekistán

Hace poco, mientras viajaba por Uzbekistán y miraba el mapa de los Balcanes para organizar el itinerario experimenté sensaciones especiales. Tal vez porque unir Singapur con Samarcanda, ubicada en el corazón de Asia Central y recorrer 19.870 km me hizo reflexionar. Entonces me imaginé un diccionario de viajes. Me senté a los pies de una mezquita, saqué mi libreta de anotaciones y escribí lo siguiente: “El diccionario de un viajero”

Viajar (opción A): una metamorfosis personal

Viajar (opción B): la mejor universidad

Viajar a dedo (auto-stop): la mejor experiencia

Bazar: el alma de una ciudad

Hacer un retrato: la esencia de un destino

Acampar en soledad: tiempo para pensar

La gente: lo que más vas a recordar de un país

La mochila: nuestra nueva casa

Lo que llevamos dentro: un reflejo de quienes somos

Una cámara de fotos: nuestra aliada

Bolsa de dormir y carpa: la salvación para momentos complicados

El tiempo: lo que más debemos aprovechar

Juntarse con otros viajeros: intercambio de experiencias y aprender de ellos

Aprender un idioma: la posibilidad de conocer mejor la cultura en donde estamos

Dar una sonrisa: mostrarnos quien somos mientras viajamos

Recibir una sonrisa de un extraño: la bienvenida

Comer lo que te ofrecen: saber adaptarte

Ser viajero: ser nómada

Cruzar una frontera: abrir una puerta a lo desconocido

El miedo del viajero: lo que generan los medios de comunicación

Viajar (opción C): conocer nuestros límites

Viajar nos enseña a: ser más tolerantes

Lo más difícil (opción A): partir y vencer los miedos

Lo más difícil (opción B): tener que volver

Regresar a casa: decodificar y procesar lo vivido

Compartir tus fotos: recordar en donde estuvimos

Mongolia

Recorriendo el desierto de Gobi, Mongolia

Y para terminar les comparto una de mis frases favoritas: “Siempre recibo más de lo que doy mientras viajo. Tal vez esa sea la razón para continuar en el camino”

plovdiv, bulgaria

Atardecer en Plovdiv, Bulgaria donde comencé el recorrido por los Balcanes.